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Feb, 2020
DESPOBLACIÓN Y TALENTO
La lucidez es un don y es un castigo, está todo en la palabra, lúcido viene de Lucifer, el arcángel rebelde, el demonio. Pero también se llama Lucifer el lucero del alba, la primera estrella, la más brillante, la última en apagarse. Lúcido viene de Lucifer, y Lucifer viene de Lux y de Fergus que quiere decir el que tiene luz, el que genera luz, el que trae la luz que permite la visión interior, el bien y el mal, todo junto. El placer y el dolor. La lucidez es dolor y el único placer que uno puede conocer, lo único que se parecerá remotamente a la alegría, será el placer de ser consciente de la propia lucidez, el silencio de la comprensión, el silencio del mero estar, en esto se van los años, en esto se fue la bella alegría animal.
Alejandra Pizarnik • La lucidez
DESPOBLACIÓN, LA LUCIDEZ ESTÁ EN LOS DATOS
Hace poco una persona cercana me dijo: “me considero afortunado, he tenido mucha suerte, mis tres hijas se han podido quedar en Extremadura con sus titulaciones, en mi entorno de amigos todos tienen algún hijo fuera”. Conozco a esas familias de las que habla, y sé que todos esos que se han marchado lo han hecho con una titulación universitaria y, varios de ellos, con excelentes expedientes. Y, como tiendo a la curiosidad, me quedé con el run run de la conversación.
¿Estábamos hablando de una casualidad, la excepción de una regla, o de un mal endémico del mercado laboral de Extremadura?
Ya veis, uno queda para tomar un café y sale con tema para resucitar La Mirada de Innode, que, dicho sea de paso, ya tocaba. Merecía buscar la respuesta a esta pregunta que, por otro lado se ajusta al objetivo de este blog de analizar causas y soluciones al problema de la despoblación, ya que estaríamos hablando de un factor que acelera los procesos de regresión demográfica y de envejecimiento.
Más allá de creencias, doctrinas, ideologías, corrientes de opinión efímeras instrumentadas a través de Instagram, Facebook o Twitter existe una materia prima que nos ofrece certezas objetivas: los datos. A veces, no es sencillo escucharlos porque tendemos a quedarnos en el grito, en la cifra que aparece en los medios o que, en función de a quién pueda interesar, corre por las redes jaleada por unos o por los contrarios. Ese número grueso es una consecuencia. Donde reside el conocimiento relevante es en aquellos lugares que se publican sin focos en las profundidades del INE. La letra pequeña es el escondite donde se hayan las claves, la información que deben manejar aquellas personas que han de tomar las decisiones correctas para mejorar el futuro.
Pero como como escribe Alejandra Pizarnik, la lucidez no es el espacio en el que se esconde la felicidad.
PERO… ¿REALMENTE TIENE INTERÉS DAR RESPUESTA A ESA PREGUNTA?
Tratamos de estimar si el hecho de que en un grupo de amigos coincidan varias familias con, al menos, un miembro de la familia con titulación universitaria que está desarrollando su actividad profesional fuera de Extremadura es casualidad o es un síntoma.
Reconozco que el equipo Innode afrontó este análisis de una manera sesgada, como punto de partida preferimos pensar que se trata de un hecho casual,
deseábamos pensar que una persona con titulación universitaria cuenta en Extremadura con las mismas oportunidades que en el resto de España, que si decide marcharse es por opción personal y no porque nuestro sistema productivo la sitúe en la puerta de salida. No es lo mismo decidir que asumir.
Para considerar si es pertinente plantearse esta pregunta, vamos a analizar la evolución de la EPA en los últimos 5 años, y escuchar que nos cuenta sobre el nivel de formación de las personas activas y las ocupadas.
LA EPA MÁS ALLÁ DEL TRAZO GRUESO… LAS PERSONAS ACTIVAS Y SU NIVEL DE FORMACIÓN
Extremadura pierde en los últimos cinco años el 1,74 % de su población activa y, en concreto el 1,53 % de las personas activas tituladas, aunque se percibe una marcada divergencia entre las poblaciones masculina y femenina. En este periodo, a pesar de que la población de activos/as se ha mantenido prácticamente estable en el ámbito nacional, el porcentaje de personas activas tituladas ha crecido en más de un 11 %, lo que supone un diferencial respecto a Extremadura de más de 12 puntos, a pesar de tratarse de un periodo corto de tiempo. Es especialmente llamativo lo que ocurre con la población masculina. Mientras que en Extremadura se reduce el número de activos titulados en un 11,38 %, en España crece en un 8,95 %. En el caso de la población femenina, si bien presenta un incremento inferior al de la media española (+13,22 %), al menos, la evolución es positiva y marca un incremento significativo del 7,21 %.
La evolución que se refleja en la tabla anterior ofrece como primera consecuencia: que el conjunto de personas activas con educación superior presenta en Extremadura un peso significativamente inferior sobre el total de activos, al que manifiesta este colectivo a nivel nacional. Y lo que es peor, la diferencia se ha incrementado en el periodo 2014-2019, mientras que en Extremadura el porcentaje ha permanecido prácticamente constante (seis décimas de diferencia), en España ha crecido en 4 puntos. El gráfico muestra que en la región únicamente uno de cada cuatro hombres activos cuenta con titulación, mientras que en el caso de la mujer la proporción aumenta a una de cada tres.
Por lo tanto, al establecer una comparativa entre las poblaciones activas a nivel regional y nacional, los datos son cuanto menos llamativos. En este grupo, el porcentaje de personas tituladas en Extremadura es 12 puntos inferior a la media nacional, ampliándose la diferencia hasta 14 puntos en el caso de los hombres. Únicamente la subida experimentada por el número de mujeres activas tituladas evita un diferencial mayor. A pesar de ello, el dato también es 9 puntos inferior a la media nacional.
LA EPA MÁS ALLÁ DEL TRAZO GRUESO… PINTAN BASTOS CON LA POBLACIÓN ACTIVA, PERO ¿QUÉ OCURRE CON LA OCUPADA?
Una vez comprobado que el conjunto de nuestra población activa está menos formada que la media nacional, toca analizar qué pasa con aquellas personas que cuentan con un contrato. Lo ideal sería constatar que el mercado laboral en Extremadura avanza hacia una sociedad donde el conocimiento impulsa, mediante un salto cualitativo, el desarrollo sostenible de la región. Pero no, no tiene pinta.
Antes de entrar en la materia objeto del estudio, es preciso resaltar un hecho que resulta llamativo. Mientras que en Extremadura durante el periodo 2014-2019 el número de ocupados/as ha crecido el 7,36 %, en España el dato asciende al 13,65 %, es decir, en este periodo no solo nos hemos mantenido en el furgón de cola, estamos divergiendo de manera clara a pesar de coincidir en este periodo con un programa de Fondos Europeos donde figuramos como única Región Menos Desarrollada (lo que, en Periodos de Programación anteriores, se denominaba Regiones Objetivo 1).
En cuanto a nuestra materia de análisis, los datos son aún más preocupantes. Mientras que en Extremadura el número de personas ocupadas con educación superior crece a menor ritmo que el conjunto total (6,31 % frente a 7,35 %), en España crecimiento de personas ocupadas con titulación ha sido sensiblemente superior al del conjunto total (18,51 % frente a 13,65 %).
Mientras que en España aumenta el peso de las personas con elevada formación en el mercado laboral, en Extremadura disminuye. Un ejemplo claro de natación a contra corriente.
Vuelve a ser llamativo (incluso alarmante) la evolución en el caso de la población masculina, ya que en un contexto de crecimiento del mercado laboral, el número de titulados desciende en un 5,50 %, frente al crecimiento del 15,73 % en el ámbito nacional; contrasta de manera notable con el crecimiento que experimentan las mujeres ocupadas con educación superior en la región (+17,74 %) que, aún siendo inferior al experimentado en el ámbito nacional, supone un dato relevante.
Al igual que en el caso de los/as activos/as la evolución ofrece como resultado un diferencial con la media nacional muy negativo para Extremadura. De manera global, el mercado laboral de la región cuenta con un 10 % menos de personas tituladas, intervalo que se dilata hasta el 14 % al restringir el análisis al mercado laboral masculino. En el caso de la mujer, la distancia es notablemente inferior ya que se reduce a 4 puntos.
Más allá de la negativa imagen que ofrece la fotografía actual, el problema de fondo radica en el hecho de encontrarnos inmersos en un proceso de pérdida de competitividad del mercado laboral.
En el cuarto trimestre del 2014 el diferencial Extremadura – España de ocupados/as con educación superior era inferior a 8 puntos porcentuales.
SÍ, SÍ QUE PARECE INTERESANTE DAR UNA RESPUESTA
Los datos de personas activas y ocupadas han mostrado que algo ocurre. Los diferenciales Extremadura-España son lo suficientemente amplios como para pensar que es un sesgo puntual.
Ahora toca analizar si esta realidad tiene consecuencias en términos demográficos.
No es fácil constatar la relación directa causa-efecto entre la reducida capacidad que presenta el mercado laboral de Extremadura para generar empleo cualificado y los procesos de despoblación y envejecimiento en que se encuentra inmersa la región.
Para intentar concretar esa relación, desde un punto de vista objetivo, se ha optado por analizar qué ha ocurrido en los cinco últimos años con la población situada en el rango de edad con más probabilidades de ser universitaria. Para ello, hemos calculado la población de entre 18 y 25 años que vivía en Extremadura, según el padrón publicado en 2014 por el INE, y la hemos comparado con la que la habita en la actualidad con edades comprendidas entre 23-30 años, según el padrón de 2019.
Si las cifras son semejantes, entonces es perfecto. Eso significa, de manera inequívoca, que la juventud permanece en Extremadura. Si hay divergencias en las cifras, cabe concluir que sí hay relación directa (al margen de la existencia de otras causas).
Pues no, las cifras están lejos de ser semejantes. En el último lustro Extremadura ha perdido el 7,05 % de los habitantes que en 2014 estaban en el rango más probable de edad de estar cursado estudios universitarios. Aunque puedan existir casos puntuales, atendiendo a las edades que se están evaluando, ese nivel de pérdida de población está muy lejos de ser atribuible a causas naturales… han emigrado.
En números brutos, en 5 años se han marchado 7.288 personas de aquellas que en 2014 se encontraban entre los 18 y 25 años de edad. Para contextualizar esta cifra (aunque la comparación sea un poco tramposa), únicamente las poblaciones de 19 (12 en Badajoz y 7 en Cáceres) de las 388 localidades supera ese número. En cambio, si se analiza ese mismo grupo en el ámbito nacional prácticamente se obtiene un efecto “espejo”.
En el periodo 2014-2019 Extremadura ha perdido 31.922 habitantes, de ellos 7.288 hace cinco años se encontraban entre los 18 y los 25 años, es decir este intervalo asume el 22,83 % de despoblación regional. Sobran comentarios.
VUELTA AL ORIGEN DE LA CUESTIÓN
Hace poco una persona cercana me dijo: “me considero afortunado, he tenido mucha suerte, mis tres hijas se han podido quedar en Extremadura con sus titulaciones, en mi entorno de amigos todos tienen algún hijo fuera”. ¿Estábamos hablando de una casualidad, la excepción de una regla, o de un mal endémico de la región?
No, no es una excepción a la regla, las personas tituladas no lo tienen fácil en Extremadura.
Aquellos/as que terminan con una titulación superior no cuentan con recursos colectivos para alzar la voz, ni disponen de la capacidad de realizar movilizaciones mediáticas, ni tienen a mano instrumentos para polarizar el debate mediático, por lo que el punto de atención se centra en otros focos más ruidosos, mientras nuestra capacidad de cambiar el futuro se va alejando gota a gota.
RESUMIENDO, QUE TENGO UN CAJÓN DE LA FIRMA PANDORA
Para no prolongar esta entrada hasta el infinito, y por aquello de que este epígrafe alude a un acto de resumen, ofrecemos unas pinceladas que se derivan del estado de cumbres borrascosas expuesto:
- Sin conocimientos aplicados y sin personas cualificadas que los trasladen al tejido productivo, este se irá degradando, por lo que, a medio y largo plazo los/as afectados/as serán las personas de menor cualificación que irán progresivamente contando con menos oportunidades, y las que existan serán de peor calidad.
- Si las perspectivas de las personas tituladas se traducen entre abandonar la región, optar por un empleo para el que no se precisa cualificación o directamente engrosar las listas de paro, como sociedad ¿con qué elementos de motivación contamos, de manera colectiva, para incitar a las nuevas generaciones a formarse y especializarse?
Es imposible plantearse una reversión de la evolución demográfica en la que se encuentra inmersa la región si no utiliza como punto de apoyo el talento que atesora.
- Es urgente corregir el círculo vicioso en que está inmersa Extremadura. Los jóvenes rurales se marchan a los núcleos urbanos para cursar sus estudios universitarios y una vez finalizados, éstos no solo no regresan a su localidad de origen sino que, en muchos casos (demasiados), abandonan la región. Es decir, en la situación actual, la cualificación, lejos de ayudar a revertir los procesos de despoblación y envejecimiento lo acentúa. La Universidad de Extremadura, aunque suene duro, hoy es parte del problema.
- Tan negativo como perder un número concreto de habitantes es renunciar al talento que esas personas podrían aplicar en sus entornos de origen. Es necesario generar las condiciones adecuadas que inviten a las personas tituladas a explorar las oportunidades que ofrecen los entornos rurales para desplegar el conocimiento que han acumulado.
Y COMO CIERRE, POR SI ALGUIEN TIENE A BIEN ESCUCHAR…
Limitarnos a lanzar una alarma estaría feo por nuestra parte. Así que optamos por proponer un conjunto de medidas concretas sin entrar en el detalle de cómo llevarlas a cabo, primero para no extendernos demasiado y segundo porque somos una empresa consultora, no una organización sin ánimo de lucro.
Una vez más, entre las medidas que se proponen hemos intentado evitar las obvias, como por ejemplo, la mejora de las comunicaciones, incrementar el nivel de transformación, apoyar los procesos I+D+i, establecer ayudas para la incorporación de titulados/as universitarios a la empresa o para el retorno del talento.
- Apoyar la vinculación de colaboradores externos a PYMES en procesos de crecimiento. La contratación de una persona titulada no siempre está al alcance de una PYME, especialmente si se trata de una titulación superior. Sin embargo, sí sería factible que una empresa accediera, de manera estable, al conocimiento que precisa de un activo con educación superior si existe la posibilidad de mancomunar la figura con otras empresas con necesidades semejantes. De este modo, además de fomentar el empleo cualificado, se impulsarían los procesos de crecimiento en las PYMES de la región y se fomentaría la cultura cooperativa.
- Promover programas retribuidos de especialización profesionales de personas con educación superior en sectores estratégicos. En la práctica se propone la especialización de personas tituladas, siguiendo el modelo del MIR, en sectores de actividad estratégicos para la región e impulsar la contratación de aquellas personas que muestren un mayor talento en los procesos de selección. Por ejemplo, si existen empresas con capacidad de exportar, se trataría de promover, desde instituciones públicas, un programa de selección de titulados con capacidad de implantar procesos de internacionalización en PYMES. Una vez realizadas las pruebas de selección, por orden de méritos, serían propuestos a las empresas candidatas. La Junta de Extremadura y las empresas compartirían al 50 % los costes laborales derivados, siempre y cuando exista el compromiso de las empresas de mantener el contrato una vez finalizado el periodo de implantación del departamento de internacionalización.
- Promover la creación de un rango empresarial denominado “empresa situada en espacios en riesgo demográfico”. A partir de la creación de este rango empresarial se pueden generar condiciones favorables para su implantación y consolidación en entornos rurales desfavorecidos, lo que podría facilitar el retorno de personas tituladas a sus lugares de origen para impulsar su desarrollo profesional por cuenta propia.
- Revisar el modelo de ayudas y subvenciones, limitando las concesiones a aquellas entidades que no demuestren una mejora tangible en un periodo de tiempo determinado. Entendemos que la actividad productiva ha de estar apoyada e incentivada, en especial en el medio rural. Pero, también consideramos que las ayudas deben estructurarse en base a una relación de simbiosis. Las entidades públicas deberán ayudar a cambio de garantizar un retorno tangible para el territorio en el que se localizan. Es decir, una vez que una entidad ha recibido apoyo de la Administración Pública, ha de confirmar algún tipo de impacto para poder acceder a nuevos fondos: ¿ha creado empleo?, ¿ha mejorados su producción?, ¿ha incrementado su facturación y/o su beneficio?, ¿ha impulsado nuevos proyectos en su territorio? Completar la transición de un modelo basado en el conceder ayudas por existir al conceder por y para crecer, implica que las empresas han de aumentar su competitividad, y para ello habrán de recurrir al talento y al conocimiento especializado que ofrecen las personas tituladas.
- Crear una agencia pública de intermediación del talento. Esta acción estaría relacionada con la propuestas (c) y (d). Se trataría de crear un Observatorio cuya misión sea identificar los déficits de talento existentes en el tejido productivo de Extremadura y, en base a las oportunidades detectadas, promover la implantación de las medidas (c) o (d) atendiendo a criterios de oportunidad, y optimizando su potencial de generar un retorno positivo en el desarrollo económico y/o social del territorio objetivo.
- Vincular un porcentaje de la financiación de la Universidad de Extremadura a su capacidad de generar un retorno positivo en el territorio. Se trataría de crear un sistema de indicadores que evalúen la capacidad de esta institución para transformar el talento que se forma en sus aulas en un factor de desarrollo social y/o económico de la región. En base a los resultados alcanzados, mediante la valoración anual de estos indicadores, la Universidad tendría la capacidad de acceder o no a estos fondos.
- Promover un programa de vivienda por talento. En este caso el objetivo es atraer jóvenes titulados/as al medio rural. Se trataría de facilitar el acceso a una vivienda a persona con titulación universitaria a cambio de un compromiso de implantar un proyecto productivo en el entorno donde se fije la residencia. En caso de tratarse de una localidad en proceso de despoblación la persona beneficiaria podría buscar la calificación de su proyecto como “empresa situada en espacios en riesgo demográfico” y acogerse a los beneficios derivados de esta figura.